Pensament Cibernètic

La cibernètica és un neologisme derivat del grec 'kibernetes' (timoner, guia). Terme creat per Norbert Wiener el 1947 per designar els sistemes que s'autorregulen, tant en l'àmbit artificial, com en l'àmbit natural o social.

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dimecres, 17 d’agost del 2011

Jean Améry

Auschwitz III-Monowitz
Jean Améry (Viena, 31 d’octubre de 1912 – Salzburg, 17 d’octubre 1978)

Jean Améry, pseudònim de Hans Maier. Fill de Paul Maier, comerciant jueu i Valerie Goldschmidt catòlica, convertida al judaisme per poder casar-se.

-          - 1938: Després de l’annexió d’Àustria pels nazis, fuig cap a Bèlgica i s'instal·la a Anvers.
          - 1940: Els nazis envaeixen Bèlgica i el 10 de maig és arrestat com a estranger enemic i internat al Lager de Mechelen, per ser deportat posteriorment al Camp de Saint-Cyprien. Intenta escapar-se saltant del tren en marxa, però és detingut novament. El 26 de juliol és lliurat a les tropes alemanyes a Bordeus i el 29 de juliol és internat al Camp de Gurs on també estava el filòsof Kurt Grelling.
-          1941: El 6 de juliol es fuga novament del Camp de Gurs i arriba fins a Brussel·les.
-          1943: El 23 de juliol és detingut per la Gestapo i transferit a la Fortalesa de Breendonk a Anvers, administrada per les SS. Allà serà torturat i estarà incomunicat durant tres mesos.
-          1944: El 15 de gener és deportat al Camp de Concentració d’Auschwitz III-Monowitz i durant un temps treballa a la Buna de l’IG Farben on també estava internat Primo Levi tot i que aleshores encara no es coneixien.
-          1945: Evacuació dels presoners des d’Auschwitz III-Monowitz fins a Gleiwitz II, a peu en una de les marxes de la mort. És traslladat des de Gleiwitz II fins al Camp de Mittelbau «Kommando» depenent del Camp de Concentració de Buchenwald en tren, entre l’1 i el 4 de febrer. Un mes després és evacuat novament en una altra marxa de la mort fins a Bergen-Belsen. El 15 d’abril el Camp de Concentració de Bergen-Belsen és alliberat per les tropes britàniques.
-          1978: El 17 d’octubre, Jean Améry es suïcida amb una sobredosi de barbitúrics a l’Hotel Österreichischer Hof (actualment Hotel Sacher) de Salzburg.

Veure mapa:
- Jean Améry: Cartografia d'un suïcidi

Bibliografia:
-          Améry, Jean: Más allá de la culpa y la expiación, Ed. Pre-Textos, València, 2001
-          Heidelberger-Leonard, Irène: Jean Améry: Revuelta en la Resignación, Ed. Universitat de València – Servei de Publicacions, València, 2010

dilluns, 15 d’agost del 2011

Eichmann en Jerusalén

Eichmann a Jerusalem (1962)
Todo se desarrolló 'como en un sueño', como Eichmann decía siempre que rememoraba este episodio, y no se le presentaron dificultades de género alguno. Así era, a no ser que llamemos dificultades a ciertas discrepancias de menor importancia entre sus órdenes y los deseos de sus nuevos amigos. Por ejemplo, debido seguramente a que el Ejército Rojo avanzaba desde el Este, Eichmann ordenó que el país fuera 'rastrillado de este a oeste', lo cual significaba que los judíos de Budapest no serían evacuados sino semanas o quizá meses después de iniciarse la operación. Esto causó gran pesar a los húngaros, que deseaban que la capital fuese la primera ciudad en quedar 'judenrein'. (El 'sueño' de Eichmann fue una increíble pesadilla para los judíos; en ningún lugar se deportó y asesinó a tanta gente en tan poco tiempo. En menos de dos meses, 147 trenes sacaron del país a 434.351 personas, transportadas en vagones sellados, a razón de cien individuos por vagón; y las cámaras de gas de Auschwitz apenas pudieron dar abasto.) (Hannah Arendt, 2006, págs. 205-206)

diumenge, 14 d’agost del 2011

El violí d'Auschwitz

Orquestra a Auschwitz (1941)
- Com va el violí?
Amb sorpresa sentí que la veu del comandant no tenia cap to de burla ni d'insult. Semblava que parlés amb la curiositat natural d'un client! Va poder respondre sense tremolar:
- Va bé, sense cap problema, senyor.
Ho va dir sense aturar la feina, perquè mai no es podia estar segur de la reacció; de vegades l'havia colpejat perquè no s'havia quadrat quan li adreçaven la paraula, i, alguna vegada que ho havia fet, havia rebut igualment perquè no treballava. Però ara, no va ploure cap cop i, mentre continuava ribotant, els veia de cua d'ull plantats davant seu. Amb curiositat van mirar després com ell agafava l'escaire i el regle i comprovava exactament les mides, i semblaren satisfets en veure com quedaven a la vista totes les aigües de la fusta. No se n'anirien mai, els podrits? Com que era llest treballant, ara li tocava d'agafar la plantilla per resseguir el dibuix: el perfil del mànec, la forma arrodonida del cap, tot allò que calia marcar, fins i tot, amb el puntejat, l'espiral del capdamunt, de voluta elegant. No ho podria fer tranquil amb aquells quatre ulls al damunt de les seves mans -que encara conservaven la seva força-. Sentí, finalment, que s'allunyaven, i li va córrer per tot el cos una sensació d'alleujament quasi violenta, com la febre quan deixa un malalt. Amb un afluixament de la tensió incontenible, deixà de cop el mànec damunt el banc, es passà la mà pel front amarat (Maria Àngels Anglada, 2003, p. 72).

divendres, 12 d’agost del 2011

Revuelta y Resignación

Jean Améry
Pero la angustia, este estado de ánimo sordo que no me hace temblar jamás y que, sin embargo, es extraordinariamente insistente, está en mí y lentamente se convierte en parte de mi persona, tanto que en el fondo ya no puedo decir que estoy angustiado, sino que soy angustia, por mucho que ese ser angustia no me impida hacer mi trabajo, por mucho que los otros no estén al corriente de su existencia y mi habitual buen humor no resulte disminuido. Tengo la sospecha de que los otros individuos que envejecen, que quizás organizan alegres almuerzos campestres, van al teatro, se hacen confeccionar vestidos a la moda no están mucho mejor. En cuanto a mí, al hombre no especialmente heroico, aunque ni mucho menos pusilánime, que participó en las largas marchas de la muerte de aquella época, al menos sé que cuanto más me abandonan las esperanzas de vivir, tanto más me convierto en angustia de muerte. [...] A menudo pienso en las carreteras nevadas de 1944 y en la buena muerte por homicidio que de mí no quiso saber nada. En verdad, no existe muerte más dulce, aunque la ocasión no se ofrece a todo el mundo (Jean Améry, 2001, p.133).

Más allá de la culpa y la expiación

Jean Améry
La amenaza de muerte que sentí por primera vez con toda claridad al leer las leyes de Nüremberg implicaba también aquello que habitualmente se denomina la 'degradación' metódica de los judíos por los nazis. Formulado con otras palabras: la privación de dignidad expresaba la amenaza de asesinato. Pudimos leerlo y oírlo diaramiente durante años: éramos vagos, malvados, odiosos, capaces tan sólo de perpretar delitos, astutos sólo para engañar al prójimo. Éramos incapaces de fundar un Estado, pero tampoco estábamos dispuestos a integrarnos en los pueblos de acogida. Con su sola presencia, nuestros cuerpos peludos, grasientos y zanquituertos contaminaban los baños públicos, incluso los bancos de los parques. Nuestros rostros abominables, de aspecto depravado y corrupto debido a sus orejas gachas y sus narices aguileñas asqueaban al prójimo y al conciudadano de ayer. No éramos seres dignos de amor y por ello tampoco dignos de vivir. Nuestro único derecho, nuestro único deber era eliminarnos a nosotros mismos (Jean Améry, 2001, págs. 172-173).

dimecres, 10 d’agost del 2011

Levantar la mano sobre uno mismo

Jean Améry
Recuerdo perfectamente cómo desperté de lo que había sido, tal como me explicaron luego, un coma de trenta horas. Encadenado, atravesado por tubos, en mis dos muñecas aparatos dolorosos acoplados a mí con el fin de alimentarme artificialmente. Expuesto, abandonado a un par de enfermeras que iban y venían, me lavaban, limpiaban mi cama, me ponían el termómetro en la boca, y todo con indiferencia, como si yo ya fuera una cosa, 'une chose'. La tierra aún no me tenía: el mundo me volvía a tener, y yo tenía un mundo sobre el que me tenía que pro-yectar para volver a ser totalmente mundo. Me invadió una profunda amargura frente a todos los bienintencionados que me habían sometido a semejante ignominia. Me volví agresivo. Odié. Y supe mejor aún que antes, yo, que había tenido trato íntimo con la muerte y su variante especial, la muerte voluntaria, supe que me inclinaba hacia la muerte, y que la salvación de la que se enorgullecía el médico se contaba entre las peores cosas que se me habían infringido nunca, lo que no era poco. Ya basta. Mediante una experiencia privada conseguiré convencer tan poco como mediante mi discurso alrededor de la muerte. Por otra parte, quiero dar testimonio más que convencer (Jean Améry, 1999, págs. 84-85).

Auschwitz, ¿comienza el siglo XXI?

Chile, 2006
¿Acaso esta patente debilidad del neonazismo o de las milicias "arias" en Norteamérica son prueba de que el espíritu de Hitler no volverá a emerger del palacio de Drácula de la Historia?
Para saberlo es necesario despojar al núcleo de su mensaje, la fórmula hitleriana, por decirlo así, de su disfraz y ponerle el atuendo centroeuropeo de la primera mitad del siglo; trasladar la fórmula de la aritmética propia de aquel momento histórico al álgebra, es decir, a su posible validez más general.
Sólo entonces sabremos qué actualidad puede llegar a cobrar en futuras crisis, prácticamente inevitables ya (Carl Amery, 2002, p. 155).

dilluns, 8 d’agost del 2011

Lo que queda de Auschwitz

Muselmann
Los supervivientes han sido peores no sólo en comparación con los mejores, aquellos cuyas virtudes les hacían menos adaptables, sino también con respecto a la masa anónima de los hundidos, aquellos cuya muerte no puede ser llamada muerte. Porque ésta es precisamente la específica aporía ética de Auschwitz: es el lugar en que no es decente seguir siendo decentes, en el que los que creyeron conservar dignidad y respeto de sí sienten vergüenza con respecto a los que la habían perdido de inmediato (Giorgio Agamben, 2005, p. 62).